NOTA PUBLICADA EN PERIODICO "EL SEMEJANTE" - 13/5/13


Esta propuesta ha venido rondando en nuestras cabezas desde que estábamos cursando el último año de la carrera de consultoría. Más se afianzó aún, gracias a un trabajo de campo en el área de Consultoría Laboral, el cual nos permitió comenzar a descubrir las complejidades de querer abarcar todos los aspectos de un proyecto para poder acompañar a los integrantes del mismo en la consecución de un desarrollo adecuado.  

En la medida en que fuimos avanzando se nos hizo evidente que muchos aspectos de un proyecto o de la vida de una persona requieren de diferentes herramientas y, en la búsqueda de completar esos espacios, continuamos con nuestra formación en forma permanente a través de seminarios, posgrados y trabajo en campo. Aún así, después de 3 años de esfuerzo ininterrumpido en diferentes ámbitos, consideramos que se requiere del aporte de otros profesionales que se sumen a la tarea de integrar desde sus espacios específicos la mayor cantidad de potenciales inherentes a ese proyecto o a esa persona.

En el contacto con colegas que también se encuentran trabajando, observamos que en muchos existe un sensación de minusvalía frente a los profesionales de otras áreas de la salud e interpretamos que podría deberse al hecho de que la Consultoría es una carrera terciaria y que con justa causa en algunos casos y en otros no, se considera hay cierto sojuzgamiento de nuestra profesión. Muchos argumentos se pueden esgrimir a favor y en contra de esto, pero nosotras hablaremos por nuestra experiencia hasta el momento.

Entre los factores que van en detrimento del profesionalismo del counseling podemos citar que nuestro título no se encuentra avalado por el Ministerio de Salud, no tenemos matrícula profesional ni Colegio que nos respalde, algunos profesionales no continúan perfeccionándose una vez finalizada la carrera, otros no se atienen al marco teórico del counseling y además no todos realizan una supervisión de su trabajo.

Estos argumentos podrían ser un obstáculo a la hora de fomentar la integración de los counselors a redes interdisciplinarias. Pero desde nuestra experiencia hemos percibido un buen nivel de apertura desde distintas profesiones y una validación de la cual nos sorprendimos en un comienzo

Entre los puntos a favor de la consultoría encontramos que cada vez más  profesionales de distintas áreas reconocen al Enfoque Centrado en la Persona como una herramienta valiosa y comprobada; los counselors son percibidos como facilitadores que pueden acompañar circunstancias específicas y del momento (ej: crisis y emergencias) y también procesos de mayor envergadura (ej: desarrollo personal).

Muchos profesionales consideran que los counselors son fuente de derivación en casos que están fuera del marco de la consultoría y además se los considera específicos  para las áreas de prevención y promoción. El perfil del counselor se ha comenzado a tener en cuenta por el aporte que realiza desde lo actitudinal como factor de integración en trabajos inter-intrapersonales en individuos e instituciones. Siendo así y en un intento por sostener la mirada holista del hombre y sus circunstancias es que estamos dirigiendo nuestros esfuerzos en facilitar, desde todos los espacios que pueda ocupar un counselor, el trabajo en redes interdisciplinarias.

Dos áreas se nos muestran como las más favorecidas para esta tarea: el área de salud y el área educacional. Hoy, nos encontramos embarcadas en una investigación sistemática en el área de salud y luego continuaremos con el área educacional, evaluando y publicando con posterioridad los resultados obtenidos.

 


Asimismo estamos trabajando en la concientización por parte de los profesionales del counseling de la necesidad de llevar adelante tareas sistemáticas y organizadas para poder insertarse profesionalmente en nuestra sociedad. Para este fin desarrollamos un taller denominado “Sistematización de la práctica del Counselor”, en el cual resaltamos que la práctica de la profesión exige que los profesionales de la Consultoría Psicológica nos capacitemos en metodología, sistematización y planificación para poder llevar adelante nuestros proyectos, escribir sobre lo trabajado como antecedente de nuestras prácticas y exponer los logros alcanzados.

Al iniciarnos por este camino tenemos que ser concientes que los registros de nuestras prácticas son indispensables para la supervisión, pero también agregaríamos que ninguna práctica sea individual, grupal o comunitaria no se encuentra concluida sin ninguna sistematización escrita, que nos indique tanto las fortalezas que tenemos, como también los obstáculos con los que nos encontramos para hacer una autocrítica de la experiencia y avanzar hacia una práctica cada vez mas profesionalizada.

La evaluación crítica de nuestras prácticas es un procedimiento que lleva un conjunto de operaciones que ordena, describe, recupera y supera la experiencia. Cabe aclarar que dentro de los tipos de investigación que existen el óptimo para nuestra profesión es aquél que conecta datos empíricos con un enfoque holístico.

Adentrarnos en ésta ardua tarea lleva un gran esfuerzo de nuestra parte, ya que es necesario hacer un aporte cualitativo a nuestra profesión, reconociendo que  lo que nos enseñaron ya no alcanza y necesitamos adentrarnos en construcciones metodológicas, marcos referenciales y criterios que no están dentro de nuestra formación ni dentro de los principios de la consultoría. Esto no es una crítica ya que nuestra mirada del enfoque  y sus supuestos básicos subyacentes siguen firmes. No dudamos en la elección de éste camino, pero las exigencias laborales hacen que se requiera de armar informes, presentar proyectos y sobre todo publicar y escribir sobre metodología propia de consultores y para consultores. (VER PUBLICACION TALLERES SISTEMATIZACION DE LA PRACTICA)

 La capacitación continua es de suma importancia para cualquier profesión y por sobre todo en la nuestra que todavía está en sus inicios. En orden a una excelencia en el desarrollo de nuestra profesión es indudable que la capacitación, la práctica concreta en campo y el relevamiento de los resultados son herramientas de las cuales un counselor no puede prescindir si espera poder insertarse adecuadamente en las redes interdisciplinarias

 

Eidos Counseling Humanista

Comentarios

Entradas populares de este blog

TRABAJO INTERDISCIPLINARIO PARA COUNSELORS EN EL AREA SALUD - INVESTIGACION 2013

BASES DE LA TEORIA ROGERIANA